EL debate sobre el público en la grada lo despejaron Las Palmas y Girona. Porque, con su poco fútbol, hubieran echado para siempre a los aficionados. Un improperio al fútbol fue lo que ofrecieron tanto canarios como catalanes. Mucho mejor la playa que ver el partido tan soso, tan deslucido y con tan poco ritmo. Sin ritmo, sin ocasiones...sin ganas. Impropio de lo que se están jugando uno y otro equipo. El juego en las áreas brilló por su ausencia y eso es sinónimo de juego poco vistoso. No es una frase hecha. Y es que para ver la primera ocasión con algo de peligro se tuvo que esperar a la segunda parte. Josep midió mal un centro llovido al área, y acabó empleándose a fondo para tocar la pelota y mandarla a córner. En fin el partido acabo 0-0 ya que el encuentro carecía de eficacia de juego y de tácticas para la ofensiva ,los dos equipos españoles se encontraban muy abatidos para jugar ese encuentro .
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